Cada uno de los signos del zodíaco controla una piedra particular, un hecho que de sobra se utilizó en las joyas del tiempo inmemorial. Recíprocamente, cada piedra designa las energías del signo o el planeta particular de referencia. Llevar la piedra de su signo convergerá las energías del signo por la piedra, volviendo capaz su expresión en su vida diaria. La energía del signo es dirigida por el planeta colocado allí (generalmente el Sol, la Luna, o el dirigente planetario); esta energía es expresada y convergida por la piedra correspondiente.
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